La importancia de las relaciones públicas en los negocios.
Los desafíos que nos ha impuesto el 2020 con la crisis de salud y el impacto económico que ésta genera a nivel mundial, nos lleva a replantearnos de forma significativa la forma en que nos comunicamos, primero porque hay un proceso de aceleración para conectarnos en lo personal, educativo, social y económico con el uso obligado de los medios digitales y en segundo lugar porque la pandemia es un fenómeno de corto y mediano plazo que cambiará permanente la forma en que nos relacionamos.
Se presenta una oportunidad de oro para comunicarnos usando la tecnología, por ello las relaciones públicas se vuelven una herramienta esencial para construir nuestra interlocución presente y futura en los negocios.
Y para enfatizar el significado de las relaciones públicas hay que establecer qué; es el mecanismo que gestiona la comunicación entre la organización y la sociedad con el objetivo edificar una imagen y reputación favorables.
Los profesionistas independientes, dueños de empresa y líderes organizacionales representan un conector primordial en la comunicación dentro de las compañías con accionistas, colaboradores y equipos de trabajo; y externamente con clientes, proveedores, autoridades y público en general. Por eso la relevancia de desarrollar dos habilidades que son vitales en las relaciones públicas.
Para empezar la habilidad de la observación consciente que nos permite construir una perspectiva o visión 360 del entorno empresarial, nichos de mercado, clientes y colaboradores de tal forma que identifiquemos necesidades, deseos y formas eficaces para conectar con sus intereses y deseos.
El ejemplo tipo, la primera vez que vamos a visitar a un prospecto en su oficina, desde que entramos podemos identificar, gustos, aficiones y necesidades y aprovechamos la observación consciente que nos permite hacer un mapa preciso para romper el hielo y desarrollar una entrevista entretenida, significativa y constructiva en la relación de negocios. Y claro, si usaste las redes sociales, la Web o cualquier otro medio para saber del prospecto, la información que obtendrás es valiosísima para tu encuentro.
Y la otra igual de importante es la escucha activa, aquí me voy a detener para resaltar que desde nuestra estructura corporal contamos con dos ojos, dos oídos y una boca, ¿Eso te dice algo?, bien, pues siendo congruentes con nuestra propia naturaleza, aprender a observar y escuchar a nuestro interlocutor, nos facilita poderosamente entender sus necesidades, miedos, intereses y deseos, lo que nos ayuda a generar empatía y la conexión necesaria para construir relaciones permanentes de largo alcance.
Si mantenemos nuestra forma de ver sin observar y de oír sin escuchar, desaprovecharemos la oportunidad de construir una comunicación significativa y efectiva con nuestros interlocutores y también el momento para generar relaciones constructivas en cualquier aspecto de nuestra vida.
Y es probable que me preguntes ¿Cómo lo resuelvo?, ¿Dónde aprendo? ¿Qué debo tomar en cuenta?
Herramientas hay muchas, clases, cursos, talleres, libros, clubes, organizaciones, entre otros.
La parte central es que encuentres herramientas que incorporen la práctica para que la combinación de ambas, te lleven a ser un experto de la comunicación como líder de equipos de trabajo, excelente vocero de relaciones públicas, extraordinario vendedor, un reconocido facilitador y por qué no, un conferencista de talla internacional.
Para finalizar te diré, el conocimiento es opcional y la formación personal es un deber.
Si deseas formarte en el arte de comunicar, te invitamos a que conozcas Toastmasters, una organización internacional sin fines de lucro que ayuda a las personas de forma institucional, planificada, estructurada y gradual a desarrollar tus dotes como Orador y Líder.
Hemos formado un Club de Empresarios en León Guanajuato que gestiona de forma mixta, presencial y online con el objetivo de acercarnos a cualquier rincón del país y con cualquier persona que desee hacer de la comunicación efectiva, una forma de vida.
Agradecemos el tiempo dedicado para leer esta colaboración.
C.P. y E.N.F.G. Jaime Rosas Albarrán